Método Robinson: Descubre en qué consiste esta técnica de estudio

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En el momento de aprender y estudiar es posible recurrir a una amplia cantidad de técnicas de estudio diferentes, siendo algunas más eficaces que otras. Aunque todo dependerá en gran parte de la persona que las lleve a cabo. En esta ocasión te vamos a hablar del método Robinson, una técnica muy popular que practican estudiantes de todas las partes del planeta consiguiendo excelentes resultados. 

Este método, que se divide en cinco fases diferentes, se lleva practicando por estudiantes de todas las edades desde la década de los 70. De hecho, se considera que es una de las mejores técnicas de aprendizaje.

Fases del método Robinson

El método Robinson, como hemos mencionado, basa su funcionamiento en un total de cinco etapas o fases, que son las siguientes:

Primera fase: Explorar

La primera fase consiste en echar un vistazo a aquello de lo que se hablará en el texto, sin que esto suponga realizar una lectura muy exhaustiva. Es decir, consiste en fijarse en diferentes indicadores como el título, subtítulo, prólogo, presentación

En esta primera fase se hace una primera lectura superficial de los contenidos a estudiar, pero sin parar a detenerse en ningún punto en específico. Se trata de esta forma, de una aproximación a los contenidos a estudiar.

Segunda fase: Preguntar

A medida que se va realizando la lectura del texto, en una segunda etapa, tendrás que ir anotando las dudas o cuestiones que puedan surgir a medida que lees. Esto ayuda al lector para poder comprender si ha comprendido los contenidos de la manera correcta.

Al entrar a hacerse preguntas acerca del texto, es el momento en el cual se empieza a comprender lo que el autor del libro está tratando de transmitir. De esta manera, en base al mismo se podrá determinar si se encuentra a favor o en contra de la hipótesis, teoría u opinión manejada en el documento, o si se quiere hacer algún tipo de aporte o investigación extra.

Tercera fase: Leer

En una tercera fase del método, se debe proceder a realizar los habituales resúmenes, el subrayado u otras técnicas de estudio, como es el caso de gráficos, mapas conceptuales, cuadros sinópticos, etcétera.

En esta etapa del método es necesario, para conseguir un buen resultado, apostar por una lectura con máxima concentración de los contenidos. Además de una lectura completa del tema a estudiar. Habrá que enfocarse detenidamente en las explicaciones que pueda haber. También en los diferentes elementos gráficos que puedan acompañar a las explicaciones por escrito y que pueden resultar fundamentales para un mejor aprendizaje.

Deberás prestar una atención especial a los fragmentos del texto que se encuentran destacados con negritas o cursivas. En esta fase la velocidad de lectura debe ser menor que en las anteriores, con mayor detenimiento.

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Cuarta fase: Recitar

Una vez que has completado la tercera fase del método es el momento de dar comienzo a la cuarta etapa, la cual consiste en recitar. En esta fase tendrás que leer en voz alta aquello que previamente has destacado a través del subrayado.

De esta manera te ayudarás a la hora de memorizar aquel contenido que tiene una mayor relevancia, además de asimilar lo que deseas estudiar. Para finalizar con esta fase es recomendable que, antes de pasar a la última etapa, cierres el libro de texto y trates de recordar lo leído. No obstante, no debes buscar recordar palabra por palabra, sino con las tuyas propias. Una alternativa es la de tratar de relatar o contar a otra persona lo que has leído hasta ese momento. Algo que te puede ayudar a memorizar los contenidos.

Quinta Fase: Repasar

En la quinta y última fase del método Robinson se recomienda que tanto antes del examen, como a lo largo de las diferentes horas de estudio realizadas, se repase, lo que recibe el nombre de repaso programado.

Además, también se aconseja que se realice un repaso de lo aprendido tras haber llevado a cabo la lectura de la cuarta fase, pero de cada uno de los diferentes temas a estudiar.

Ventajas del método Robinson

Este método de aprendizaje lleva asociadas diferentes ventajas, entre las cuales debemos destacar las siguientes:

  • Ofrece una mayor disciplina en el terreno profesional y educativo.
  • Permite contar con una mayor compresión, al tiempo que favorece la asimilación de la información.
  • Ayuda a los estudiantes a tener una mejor organización de estudio.
  • Contribuye a que se puedan realizar de una forma adecuada los resúmenes y cuadros sinópticos, contribuyendo todo ello a que se puedan retener mejor los conocimientos adquiridos.
  • Ayuda a disminuir el tiempo de estudio, al tiempo que aumenta la habilidad para comprender la información. Esto ha hecho que sea una de las técnicas de compresión lectora más utilizada en diferentes países como Estados Unidos.

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